viernes, 22 de febrero de 2013

Frexulfe y Barayo, playas de Puerto de Vega

Unas imágenes de la espectacular playa de Barayo, junto a Puerto de Vega (Navia).


La Playa desde el camino de bajada

El río Barayo, cerca de la playa

La zona de la ría
  
Aguas cristalinas


Dos imágenes de un perro que le tiene miedo al agua...


La zona de las dunas

Y en el municipio de Navia, Frexulfe.

La ría cambia según la época del año.

Panorámica

Pescando un día de mucha mar.

Puerto de Vega en imágenes


En el último post vimos algunas imágenes de Luanco, en este nos vamos hasta Puerto de Vega, ubicado en la costa occidental asturiana.

Os dejos con unas imágenes de Puerto de Vega y su lugar más pintoresco, el muelle.

Feliz Viaje.










Luanco en imágenes

Después de dar vueltas por fuera de nuestra tierra, recalamos en casa.

Hoy traemos al blog algunas fotos de Luanco, pueblo ubicado en la costa central asturiana y que todavía conserva algo de sabor marinero. 

Feliz Viaje!


















miércoles, 13 de febrero de 2013

8 visitas imprescindibles en Praga

1. Plaza de la Ciudad Vieja

Lo primero que haremos en nuestra visita a Praga será detener nuestros pasos en la Plaza de la Ciudad Vieja.



Sin duda esta será una de las imágenes que más recordaremos, el conjunto formado por la Iglesia de Nuestra Señora de Týn, la torre que alberga el reloj astronómico y la espléndida plaza, todo ello en el corazón de la ciudad vieja o Staromêtské Námêstí.



Nos costará trabajo y algo de tiempo hacernos a la nomenclatura de los lugares que conforman la identidad de Praga, lo que no nos costará trabajo es hacernos a su intensa vida, a su sabor añejo… y su magnífica gastronomía.

Realmente esta plaza o sus alrededores son un lugar ideal para comenzar el viaje, o para tomar un respiro y reponer fuerzas mientas se espera que llegue el momento de ver el reloj en acción, cuando comienza el baile de las figuras que se van asomando una tras otra, mientras cientos de turistas disparan sus cámaras de fotos.



No podemos perdernos la vista desde lo alto de la torre del reloj, torre que forma parte de Ayuntamiento Viejo. Tendremos una panorámica de toda Praga, destacando sobre los rojos tejados las muchas torres que se elevan hacia los cielos. Recordemos que a Praga la llaman la Ciudad de las Cien Torres.



A lo lejos preside la vista la silueta del Castillo de Praga, con la Catedral en su interior. Una parada que dejaremos para más adelante, es una visita que nos ocupará varias horas.



Cerca vemos también el monte Petrín, con su pequeña réplica de la Torre Eiffel asomando entre los árboles del parque. Un lugar que también podremos visitar si nos gustan los paseos por los parques, gozando de una envidiable vista de toda la ciudad.

2. Puente de Carlos

A unos pocos pasos del corazón de la Ciudad Vieja se encuentra el Puente de Carlos, flanqueado por las estatuas que vigilarán tu paso, mientras contemplas el trabajo de pintores y artesanos o te detienes a escuchar alguno de los muchos músicos que se dan cita en este puente medieval.



El Puente de Carlos fue durante siglos el único de Praga. Se construyó por orden de Carlos IV en el siglo XIV. Dos torreones presiden los dos extremos de la estructura, dándole un aire todavía más medieval y quizás, hasta misterioso, en consonancia con la ciudad vieja y el cercano barrio de Malá Strana.


Será también recomendable no dejar de visitar en Puente de Carlos a diferentes horas, ya que su imagen cambia de forma espectacular del amanecer al anochecer.

Cuenta la leyenda que durante la noche, cuando el puente se encuentra desierto, las estatuas cobran vida y bajan de sus pedestales para charlar animadamente, comentando los sucesos del día… Algo que a día de hoy parece bien difícil, no tanto que las estatuas cobren vida, sino el que nadie esté cruzando el puente, aunque sea a altas horas de la noche.

3. Castillo

Ubicado sobre una colina, al norte del rio Moldava, el Castillo de Praga es lugar de parada obligatoria. 




Formado por un conglomerado de edificios que abarcan desde el antiguo Palacio Real, la nueva residencia oficial, la catedral, pinacotecas, iglesias, museos como el del juguete, y el inolvidable callejón de oro, todo ello en un amplio recinto.


Necesitaremos varias horas para poder disfrutar de todos los rincones del castillo, en una visita pausada. Visita que será mejor comenzar a primera hora de la mañana, antes de que las hordas de turistas invadan cada una de las calles y palacios, apropiándose de todos sus tesoros armados con sus cámaras de fotos. Poco podremos hace frente a esa invasión, si acaso, unirnos a ella.



No podemos perdernos la grandiosa catedral de San Vito. Sus torres asoman orgullosas cuando llegamos al tercer patio. Catedral de historia curiosa, ya que su construcción duró unos cuantos siglos, siendo comenzada bajo el gobierno del emperador Carlos IV, el mismo del puente que lleva su nombre, en el siglo XIV, y consagrada en 1929, hace cuatro días, como quien dice. 


Tras un recorrido por los palacetes, iglesias y pinacotecas, podremos reponer fuerzas en alguno de los restaurantes y cafeterías que nos ofrecen lo mejor de la gastronomía de Praga.

Y antes de salir del recinto del Castillo, detendremos nuestros pasos en el Museo de Juguete, una delicia para los más pequeños y un momento de recuerdo también para los mayores, que podrán volver a ver algunos de los juguetes con los que crecieron. 


4. Sinagogas y Cementerio Judío

Praga guarda una larga y trágica historia judía en su interior. Josefov es el nombre que hereda este barrio del emperador liberal José II, que emancipó a los judíos en 1781. Sin embargo el gueto data del siglo XIII, cuando altos muros separaban a los judíos del resto de la población de Praga.

El barrio está reconstruido completamente, ya que sus laberínticas calles fueron arrasadas a finales del siglo XIX. Posteriormente los nazis enviaron a los judíos de Praga a Auschwitz. 



Sinagogas como la española, con su espléndida arquitectura, la nueva o la vieja son lugar de peregrinaje de judíos y turistas, que buscan los vestigios que se conservan de los tiempos en que este era un barrio judío.



Mención especial y visita respetuosa merece el cementerio judío. Ubicado junto a dos sinagogas, alberga los restos de más de 10.000 judíos, en tumbas que se superponen unas a otras en diferentes capas. La imagen de las lápidas amontonadas unas junto a otras quedará grabada en nuestras retinas.

5. Isla Kampa y río Moldava

Un día intenso en Praga puede resultar agotador, por eso es imprescindible tomarse un respiro y descansar un rato a la orilla del Moldava, dejando que nuestros pies se recuperen de tanto caminar.


La vista es una delicia, con el Puente de Carlos sobre el río, las torres que asoman sobre los tejados y edificios como el Teatro de la Ópera que nos esperan para una posterior visita, una vez recuperadas la fuerzas.

La Isla Kampa nos ofrece un parque en medio de la ciudad, adornado con esculturas de arte moderno. Un lugar donde los turistas y praguenses pueden escapar del bullicio de las calles.



6. Ayuntamiento y Torre de la Pólvora

Caminando desde la Plaza de la Ciudad Vieja por una de las calles más comerciales de Praga, llegamos a la Plaza dela República donde podremos admirar el magnífico edificio art nouveau de la Casa Municipal, osea, el Ayuntamiento de Praga.

A su lado se alza, orgullosa, la Torre de la Pólvora, una de las muchas torres que adornan el “sky-line” de la capital checa.



7. Plaza Wenceslao

Saliendo de la ciudad vieja hacia el sur llegamos a la enorme Plaza Wenceslao, centro neurálgico de la Ciudad Nueva y auténtico corazón de Praga.

Es esta una gran plaza donde deberemos fijar nuestra vista, en primer lugar, en el imponente Museo Nacional de Praga, un edificio neorenacentista que alberga una variopinta colección de reliquias que harán las delicias de los más interesados en la numismática, zoología, paleontología… pero quizá decepcione a quienes no sepan lo que se van a encontrar. Así que antes de comenzar la visita, recomendamos informarse bien.


8. Teatro negro

Es un auténtico placer disfrutar de un espectáculo único como es el Teatro Negro, que en Praga llega a su máximo esplendor. 

Obras como Alicia en el País de las Maravillas llevan años en cartel, logrando llenar en casi todas sus funciones. 

No nos costará trabajo encontrar alguno de los muchos teatros, más pequeños o más grandes, que ofrecen obras casi a diario. 

El idioma no será obstáculo, la mímica será protagonista, junto al otro idioma universal, la música.

Tras la función, ya entrada la noche, podremos acercarnos de nuevo a ver la Plaza de la Ciudad Vieja o el Puente de Carlos, sobre las tranquilas aguas del río Moldava, todo cobra un nuevo color en la noche de Praga, ciudad que nos habrá atrapado para siempre.